Este fin de semana he comenzado con una tradición que creo que para los asturianos es fundamental una vez que se aproxima y llega la primavera, que es el inicio de las espichas.
La espicha como acto social en el que no solo se comparten viandas y una buena sidra, sino como acto en el que también se comparten buenos momentos con amigos y compañeros.
Las espichas nos permiten no solo saborear una buena sidra sino también recordar viejos tiempos y debatir sobre los asuntos de la actualidad, un habito muy nuestro, muy asturiano que no debemos de perder.
Todo esto en torno a la apertura de un tonel o una pipa cuyo proceso de fermentación ya ha acabado, acompañado de cosas tan deliciosas como pueden ser empanadas, tortillas... entre otras.
Solo puedo decir queridos amigos que este fin de semana he disfrutado mucho no solo de una buena espicha sino de la compañía de mis amigos.
Ahí van unas fotos de como nos lo pasamos.
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